Presentación

Inicio del viaje

La palabra es la manifestación del pensamiento, y en el pensamiento se ocultan nuestros miedos y deseos. Asi que... intentaré manifestar mis pensamientos a ver si así me aclaro aunque mi mano vaya más despacio que mi mente...

El día marcado quizás sea un gran acontencimiento, el inicio de algo de grandísima importancia. ¿Lo he pensado bien? ¿Estoy seguro? ¿No es precipitado? Tengo miedo, es algo nada frecuente, no conozco a nadie cercano a mi, que haya pasado por algo parecido, y la familia o lo desconoce, o no lo asimila... La verdad, estoy solo, muy solo, un acontencimiento que no dejará a nadie indiferente, que generará tensiones, dudas, miedos, aunque también curiosidad, amistad, compresión... pero en menor medida.

Una vez dé el paso, todo cambiará, y desde hace mucho, le tengo miedo al cambio. Sólo veo ante mí, un camino de piedras que debo seguir con los pies descalzos, y apenas un cuchillo para defenderme de los atacantes más expertos y preparados que yo.

Veo una larga lucha, en el que no conoceré ni a amigos ni a enemigos. Los dejo a todos atrás, me dolerá en el alma despedirme otra vez de los amigos, de los conocidos, todas aquellas personas maravillosas que he conocido.

Y me alegraré de despedirme de los enemigos. Las lágrimas quieren aglorar mientras en la puerta miro atrás, y veo a mis amigos y conocidos, sonrientes, desconocedores de mi camino, y se me rompe el corazón cuando me despido y deseando que cuando vuelva a cruzar la puerta para volver, esas personas tengan una sonrisa para mí y vuelvan a ser mis amigos...

Tengo miedo de cruzar la puerta, porque estoy solo en esta dura lucha, sin saber apenas de qué va, y porque nada será igual a partir de ese momento.

Creo que no tengo miedo a equivocarme, aunque tengo dudas ahora sobre si saldrá bien. Creo que tengo miedo a quedarme solo, y que la lucha sea demasiado para mí. No tengo a mi familia, incluso algunos miembros pelearán contra mí.

Tengo a un amigo, que me apoya, pero no puede estar conmigo. Y el resto de mis amigos, desconocen mi camino, no conozco su reacción, y por ser nuevos, no sé si sentiré su apoyo si me lo dan.

Pero a lo que sobre todo tengo miedo, es a que la lucha no sea encarnizada ni en solitario, sino a que sea como la guerra que todavía libro. Si fuera así, no podría continuar, si uno es mucho, dos es superior a mis fuerzas... Y si peleo solo... no sobreviviré.

Espero que no haya puertas cerradas que no pueda abrir o que no tenga ventanas para colarse, espero que ir como voy, no me cierre las puertas o me aten y me metan en la cárcel. Espero, de todo corazón, que todo vaya, como mínimo, avanzando, y que sea desde ese momento, cuando cruze la puerta, e inicie mi viaje.

Un largo viaje a mi subcociente, un viaje que tiene como meta, conseguir la medicina para sanar mi alma y mi corazón. Un viaje, que si fracasa, será un golpe mortal...

Es el viaje definitivo, en ella aprenderé todo lo que olvidé, descubriré los deseos y sueños enterrados y guardados tantos años sin ver la luz. Poco a poco encontraré todo lo que una vez me perteneció. Todo saldrá a la luz, el Señor, el Rey, volverá a nacer con nuevas fuerzas y mayor poder.

EL gran día, aprendí a luchar solo, conseguiré una espada y continuaré mi camino, no dejaré que nada se interponga, por la memoria de mi destruido reino, recuperaré mi antiguo poder...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cumple con las normas morales (dicho de otra forma; no insultes, no escribas en mayúsculas, no hagas spam/publicidad... todas esas cosas)