Presentación

Búsqueda interminable

Lagrimas de sangre caen por mis mejillas, recordando una y otra vez todo lo que me diste y no supe corresponder, leyendo una y otra vez, los restos de aquel horrible dia en el que el corazón se paraliza, y el dolor golpea mi puerta.


Busco y rebusco en todos los rincones y leo todos los poemas buscando palabras para decir, tras las lágrimas veo emotivos videos que muestran dolor, y la mano baila dibujando algo que muestre lo que ocurre en mi corazón y que el resto de dibujos no hace... inútilmente...

Lanzo puñetazos llenos de rabia y furia, sin desistir en la búsqueda, frustrado por no poder sacar nada de dentro de mi. Quiero sacar mi corazón de dentro y ofrecértelo como ofrenda. La sangre fluye con suavidad, con un color rojo muy hermoso, manchando la brillante nieve y manteniendo vivo un corazón que bombea con fuerza tratando de dejar una huella que perdure como muestra del perdón.

Grito al cielo hasta desgañitarme de la impotencia que me sujeta con cadenas en un infierno donde el frio penetra hasta el último rincón de mi alma y el fuego no es capaz de calentar. Las hojas vuelan heridas con el rasgeo de la pluma que escribía sin parar buscando las mejores palabras, para encontrarse con las peores.

Las llamas hacen desaparecer las manchadas hojas arrojadas lejos despectivamente por su autor, llevándose consigo un poco del dolor, sin que ello moleste al diablo que con todo su poder emerge y se complace en la visión de un hombre que llora sobre sus poemas manchados con la tinta y la sangre de sus manos.

Lo siento... no puedo más con esto, quisiera poder darte esto, como un perdón más, quisiera poder sentirme mejor, por escribir esto, quisiera hacer tantas cosas que ahora no puedo por mi culpa... quisiera decirte, que lo siento, y que te quiero... como nunca podrías imaginarlo... lo... siento...

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Vanas palabras

No sirven las palabras, no sirven las lágrimas, no sirven el arrepentimiento, no sirven los actos, cuando el daño está hecho, la rabia me puede, cuando cierro los ojos y recuerdo mi metedura de pata, el puño se me cierra con fuerza, sangrando por las heridas que dejan las uñas, cuando pienso que no podré arreglar lo que hice, lágrimas de impotencia caen cuando miro hacia delante, y veo que no tendré opción alguna de mitigar tu dolor mas que vanas palabras que me enfurecen aún más cuando no consiguen expresar todo mi perdón y no serán capaces de hacer nada más que manchar blancas hojas gritando al cielo el asesinato de su blancura y recordándome una y otra vez mi error y mi impotencia para escribir o dibujar nada que pueda siquiera mostrar lo que en mi cabeza pasa.

Lo siento, una y otra vez, con el temor de empeorar las cosas por mi arrepentimiento ante la insistencia de las mismas palabras una y otra vez, una y otra vez miro mi error, y me paro a pensar como sucedió, y tan rapido que sucedió... Cargo mis palabras con un gran sentimiento, veo mis perdón cubiertos con un gran significado para mi, pero nada más que cortezas frágiles cuando van más allá de mis ojos. y rabio por no poder enviarte esa cubierta, las palabras me dan igual, quiero darte esa miel, para endulzar un poco tu dolor, y reparar esas heridas del corazón, como las abejas reparan la colmena de su reina, en un acto de evidente dedicación a ella. Lo siento, lo siento...

No puedo pensar en otra cosa, mi mente está cegada, y da tumbos en la oscuridad porque la luz se apagó, porque la apagué yo... Y ahora no encuentro la manera de hacer que luzca de nuevo, para admirar su belleza, su calidez, su alegria, su presencia en un cuarto oscuro, frio, triste y solitario.

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Cuando me necesitabas...

lo siento...
porque no supe estar contigo
porque te traicioné
porque te fallé
cuando me necesitabas
cuando me llamaste
cuando confiaste en mi


lo siento...
porque no puedo hacer nada
porque te hice daño
porque no me porté como amigo
cuando tu me consideraste así
cuando me lo diste todo
cuando me diste algo mas que amistad


lo siento...
porque ahora todo es dolor
porque las lágrimas caen
porque te dejé sola
cuando tenia que haber estado contigo
cuando tenia que haberte dado mi cariño
cuando tenia que secarte esas lágrimas


lo siento...
porque no he cumplido
porque cometí un error
porque me fui
cuando mi sitio estaba contigo
cuando querias tenerme contigo
cuando tu eres mi amiga



lo siento...
porque no tengo palabras
porque no puedo repararlo
porque no puedo siquiera arrepentirme
cuando nada de eso es posible
cuando ya da igual
cuando las palabras... se las lleva el viento...

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Perdón, déjame arreglarlo...

Déjame cambiarte el corazón, déjame que sea yo quien sufra todas las penurias por las que pasas ahora, que sea yo quien derrame las lágrimas, y sea yo el que se encarge de cuidarle en todo este tiempo, porque quiero que en todo momento, tu sonrisa no se borre, quiero oir tu alegria por todos los rincones de este mundo, y corran rios de amor que curan, como un dia curó mi corazón.

En prados verdes, de mullida alfombra, flores brillantes de diversos colores compiten con el sol, la luna y las estrellas por la belleza, un rio cantarín reparte amor entre las rosas y baña el plumaje de hermosos pájaros que alegran el cielo con cantos que mecen las blancas nubes... en un pequeño claro, un conejo observa una figura oscura, arrodillada frente a una marchita rosa roja que antaño era la más bella del lugar y emergía con gran fuerza. Los pétalos yacen ahora marchitos al pie del quemado tallo, mientras su cáliz se mece tristemente al sonido del gélido viento. Entre los marchitos pétalos se encuentra un pequeño corazón, un corazoncito seco, que se ahogó en sus propias lágrimas, y al lado, un hueco donde ahora posa temblorosa una mano implorando el perdón, por el error que cometió, llorando por el dolor que causó y llamando la atención de todo ser que por allí pasaba. El conejo esconde sus ojos con las largas orejas y desaparece por la madriguera.

Perdón, perdón, sabes que si en mi mano estuviera, daria marcha atrás al tiempo, y no solo no cometería el error que cometí, sino que eliminaría toda forma posible de cometerlo. Vanos deseos de reparar mi error, vanas esperanzas de poder arreglarlo, imposibles deseos de reparar tu corazón, y mostrarte que podías confiar en mi, siento haberte fallado, siento que ahora cuando me ves, veas a alguien en quien no puedes confiar, y no poder hacer nada por cambiar esa mirada. Los minutos pasan como horas para mi, esperando que el tiempo pueda arreglar lo que yo no puedo, esperando para tener otra oportunidad, y mostrarte que puedes confiar en mi no solo en esa oportunidad, sino en la siguiente, y en la siguiente, y en la siguiente... para no volver a fallarte nunca más...

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Corazón abandonado


No hay peor silencio que el de un corazón abandonado,
un corazón que solo pedía un minimo de cariño.
Un corazón que caminó en la inmensa oscuridad de su abandono,
un corazón para el que las horas eran segundos y los años días,
sin nadie a su lado, sin nadie que le haya apoyado.

En su dolor, cierra con fuerza sus ojos,
mientras crece el odio y la rabia, espolea el dolor
y cierra el puño clavándose las uñas.
La sangre corre por sus venas, y se levanta
para correr y no volver atrás,
para correr y empezar a bailar con la muerte.

Pensamientos de muerte pasan por su mente,
las ganas de matar, bombean su corazón.
Abre los ojos, inyectados en sangre, dispuesto a cualquier cosa
y avanza unos pasos, dando una última oportunidad.

Algo ha pasado, sus puños se abren y cuelgan inertes,
el corazón bombea aún más, pero el odio desaparece...

Una sonrisa, un corazón y una mano extendida...
dudaba de tus intenciones, dudaba de que aquello no me hiciera daño,
pero la cogí, y a tu lado supe lo que significaba el amor,
a tu lado un corazón que estaba seco, empezó a hidratarse,
a tu lado, unos ojos vidriosos sin vida empezaron a brillar,
me quedaba paralizado cuando notaba tus brazos a mi alrededor
en algo llamado abrazo, y nada malo sucedía.

Cerré los ojos y me dejé llevar, por un mundo que olvidé
y lloré por lo mucho que lo echaba de menos.
Un mundo que podiamos pintar de rosa,
y hacernos la ilusión de que los problemas no son nada.
Un mundo, para ser feliz...

Lo siento...
el daño...
siento fallarte...
no me merecía ese amor, y menos ahora...
lo siento...
a pesar de ser tan importante para mi...
no te cuidé como debía...

siento que ya no hay vuelta atrás,
y lo que una vez fué, ya no es.
y lloro... una y otra vez...

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Lamentos perdidos

No supe corresponderte, me lo diste todo, me lo diste todo, me lo diste todo y no supe corresponderte, el amor que sentia por ti, por haberme enseñado lo que era amar, por haberme enseñado, que se puede tener una amiga en este mundo, y amarla. Por haberme enseñado, que un abrazo, no es dolor, y las amigas existen... por toda la vida que infundiste a mi corazón, lo siento, lo siento, vanas palabras que nada cambian y hacen crecer mi rabia, por no poder decirte que te quiero, por no poder pedirte perdón, con algo más que palabras que vuelan al viento.

No hay mejores palabras para arrepentirme, que pedirte perdón, y no hay peores palabras para expresarlo que pedirte perdón, desearía tener en mi mano, la rosa que floreció en mi corazón para devolvérsela a su auténtica dueña, una rosa exhuberante, fruto del cariño con el que la plantaste y del cariño con el que la amé y la cuidé... siento que mis torpes manos chocaran con ella y rompiera su tallo, y lloro al ver pétalos marchitos a su pie, sabiendo que fue culpa mía...

Deseo más que nada una segunda oportunidad, pero al mismo tiempo, deseo más que nada que no me des segunda oportunidad, asi sería imposible volver a fallarte, no quiero volver a ser el responsable de las lágrimas de tu corazón, no lo soportaría, porque esas lágrimas son veneno para mi corazón, un corazón que me diste tú,y que tengo con muchisimo amor, no quiero que tu corazón sufra, no quiero ver esas lágrimas...

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