Explosión

Un precioso campo de flores, con aroma a campo mojado con el rocío de la mañana. Unas placenteras nubes vuelan en el cielo, rodeando un maravilloso sol animando a la sonrisa.

Caminando con tranquilidad, descalzo, pisando el mullido césped, ajeno a cualquier desgracia, solo en mente el destino al que va.

Una repentina explosión, proveniente de una mina de la guerra, desgarra el silencio, esparce sangre y toda tranquilidad y amor del momento se disipan.

Todo se torna negro, todo es, de repente, un estallido de dolor y lágrimas, un paisaje en rojo y negro. Algo inesperado que rasga la existencia en cuestión de segundos y lo tira al cielo donde se forman negros nubarrones amenazando tormenta, donde segundos antes era un cielo soleado.

Tan tranquilo que estaba. Tan tranquilo haciendo mis cosas de la vidad diaria y normal. Y surge en mi mente, el recuerdo de una metedura de pata, que minuto tras minuto, lamento amargamente. Pero ha pasado tiempo desde entonces, y ya no duele, sigue mi arrepentimiento, pero ya me da igual, no duele...

O eso pensaba, de repente, similar a la bomba, una frase se corta en seco, y escondo mi rostro entre las mangas, ocultando gruesas lágrimas que afloraron. Todo en mi mente es invadido por el dolor, como una explosión.

Una existencia tranquila, desgarrada por el repentino dolor, que me tira al suelo y me hace suplicar, llorando, por un perdón que no llega. Incapaz de controlarme, lloro por un dolor que se había adormilado, para volver con más fuerza, y gritar al cielo que termine con mi sufrimiento.

Repitiendo una y otra vez un "lo siento", las lágrimas no cesan de caer, y yo me doy cuenta de lo que me importa, de lo que me duele, de lo arrepentido que estoy, de lo mucho que quiero que todo termine, da igual como... pero que termine.

No quiero seguir sufriendo, no quiero, duele, y las lágrimas no dejan de caer, no recuerdo llorar tanto, no sé cómo pararlo, no sé que hacer, no sé como seguir esperando... no sé nada...

Sólo se que sufro mucho, que me duele mucho... y que haría cualquier cosa por conseguir ese perdón. Una y otra vez repito "lo siento", sabiendo que soy el único que lo escucha.

Lo siento.