Me crecieron unas alas,
blancas, grandes, bonitas
muy bonitas.
Cuando me dí cuenta
de que ahí estaban conmigo,
quise probarlo.
Y me la pegué,
pero no la torta por no saber,
por no haber aprendido a volar.
Me dí tal hostión,
que pude ver
que no eran mías, no.
No me correspondían,
no tenían que estar ahí.
Tenía que vovler a como antes.
Pero primero cortarme,
tenía que cortarme las alas.
Es difícil, duelen, y llevan su tiempo...
Unas alas tan grandes
y bonitas,
tan blancas...
Alas blancas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cumple con las normas morales (dicho de otra forma; no insultes, no escribas en mayúsculas, no hagas spam/publicidad... todas esas cosas)